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La alfabetización informacional y de datos es un área de competencia del marco europeo DigComp que requiere un conjunto de habilidades, actitudes y conocimientos, así como la práctica de todos ellos, para desarrollarse con destreza. En la era digital actual, en la que se dispone de ingentes cantidades de información y datos, es esencial contar con las habilidades necesarias para navegar, evaluar y utilizar eficazmente esta riqueza de recursos. La alfabetización informacional y de datos capacita a los individuos para convertirse en pensadores críticos, discernir información fiable y tomar decisiones fundamentadas basadas en pruebas.

Este ámbito de competencia abarca la capacidad de identificar, localizar, evaluar y utilizar éticamente la información y los datos en diversas plataformas y tecnologías digitales. Implica comprender la naturaleza de la información, sus fuentes y su fiabilidad. Por otra parte, la alfabetización informática se centra en la comprensión e interpretación de los datos, incluida la información estadística y las visualizaciones, para extraer ideas y conclusiones significativas.

El desarrollo de la alfabetización informacional y de datos permite a las personas participar activamente en la sociedad digital. Les permite evaluar críticamente la información, distinguir entre hechos y opiniones, detectar prejuicios y emitir juicios fundados. Además, ayuda a las personas a gestionar y organizar eficazmente los datos, garantizando su exactitud, seguridad y privacidad.

Para explicar mejor la competencia de Alfabetización Informacional y de Datos, podemos desglosarla en una segunda dimensión de competencias:

  1. Navegar, buscar y filtrar datos, información y contenidos digitales. Esta competencia implica la capacidad de buscar información de manera eficaz utilizando motores de búsqueda, bases de datos y otros recursos digitales, y de desarrollar un método propio para ello. Incluye el uso de técnicas de búsqueda apropiadas, el refinamiento de las consultas de búsqueda y la evaluación de la relevancia y credibilidad de la información recuperada.
  2. Evaluar datos, información y contenidos digitales. Evaluar la calidad, fiabilidad y relevancia de la información es crucial en la era digital, ya que la cantidad de información creada es extraordinaria. Esta competencia se centra en la evaluación de la autoridad y la experiencia de las fuentes, el análisis de los sesgos y la evaluación crítica de la exactitud y actualidad de la información. Para ello, es importante interpretar los datos recopilados, sobre todo a la hora de comprender los distintos tipos de datos, interpretar la información estadística y analizar las visualizaciones de datos para extraer ideas y respaldar la toma de decisiones.
  3. Gestión de datos, información y contenidos digitales. Una vez recopilada la información, es importante organizarla y estructurarla de forma que tenga sentido. Esta competencia incluye técnicas para categorizar, etiquetar y organizar la información digital con vistas a una recuperación eficaz y a futuras consultas. Además, forma parte de esta competencia el uso ético de la información y los datos, haciendo hincapié en el respeto de los derechos de propiedad intelectual, la adhesión a los principios de privacidad y protección de datos y el fomento de una ciudadanía digital responsable.

A la hora de navegar, buscar y filtrar datos, información y contenidos digitales, hay varias estrategias y herramientas útiles que se pueden emplear, abajo indicadas:

Técnicas de navegación:

  1. Empieza con un objetivo claro. Define lo que buscas antes de empezar a navegar. Tener un objetivo concreto en mente te ayudará a centrar tu búsqueda. Por ejemplo: "receta de tarta de chocolate".
  2. Utiliza marcadores y preferencias. Guarda los sitios o páginas web que te resulten útiles para futuras consultas utilizando las funciones de marcadores de tu navegador.
  3. Explora contenidos relacionados. Busca contenidos sugeridos o relacionados en los sitios web, ya que pueden proporcionar información adicional o perspectivas diferentes sobre el tema. Por ejemplo: "tarta de chocolate vegana".

Estrategias de búsqueda:

  1. Utiliza palabras clave adecuadas. Elige palabras clave que representen fielmente la información que busca. Se específico e incluye términos relevantes para acotar su búsqueda.
  2. Utiliza operadores de búsqueda avanzada. La mayoría de los buscadores admiten operadores de búsqueda avanzada que permiten afinar la búsqueda. Algunos ejemplos son el uso de comillas para frases exactas, el uso del operador "site:" para buscar dentro de un sitio web concreto o la exclusión de determinados términos con el símbolo "-".
  3. Explora distintos motores de búsqueda. Aunque los motores de búsqueda más populares, como Google, son de uso común, considera la posibilidad de probar motores de búsqueda alternativos que puedan ofrecer resultados diferentes o especializarse en tipos específicos de contenido. Por ejemplo, al buscar material académico y/o educativo basado en la investigación, Google Scholar puede proporcionarle fuentes autorizadas y artículos de interés específico.

Filtrar y refinar resultados:

  1. Utiliza filtros de búsqueda. Muchos buscadores ofrecen filtros para afinar los resultados de la búsqueda en función de criterios como la fecha, la ubicación, el tipo de archivo o el idioma. Estos filtros pueden ayudarte a acotar los resultados para encontrar la información más relevante.
  2. Evalúa la credibilidad. Evalúa la credibilidad de las fuentes teniendo en cuenta factores como la experiencia del autor, la reputación de la publicación y la presencia de citas o referencias. Ten cuidado con las fuentes sesgadas o poco fiables.
  3. Explora distintos formatos multimedia. Cuando busques información, ten en cuenta distintos formatos, como imágenes, vídeos o grabaciones de audio, ya que pueden ofrecer distintas perspectivas y mejorar la comprensión.

Gestión de contenidos digitales:

  1. Utiliza agregadores de contenidos. Reúne y organiza contenidos de diversas fuentes en un solo lugar.
  2. Utiliza herramientas para tomar notas y organizarlas. Utiliza aplicaciones digitales para tomar notas, herramientas de marcadores o servicios de almacenamiento en la nube para guardar, clasificar y organizar el contenido digital y recuperarlo fácilmente.
  3. Mantente al día con las alertas. Configura alertas o notificaciones por correo electrónico para recibir actualizaciones sobre temas específicos o palabras clave de interés.

La evaluación crítica de la información lo es todo durante el proceso de navegación y búsqueda. Verificar la información de múltiples fuentes fiables y considerar las referencias cruzadas para garantizar la exactitud y la objetividad es algo que debe hacerse siempre antes de inspirar la creación de contenidos a partir de esas fuentes.

Cuando se trata de evaluar datos, información y contenidos digitales, es importante adoptar una mentalidad crítica y emplear estrategias de evaluación eficaces. He aquí algunos consejos útiles para evaluar la credibilidad, fiabilidad y relevancia de los datos, la información y los contenidos digitales:

Evaluación de la fuente:

  1. Evalúa al autor o creador. Considera la experiencia, las credenciales y la reputación del autor o de la organización responsable de producir el contenido. Busca indicios de su cualificación y experiencia en la materia.
  2. Examina la publicación o el sitio web. Evalúa la credibilidad y fiabilidad de la publicación o sitio web que aloja el contenido. Investiga su reputación, sus procesos editoriales y si tienen una política transparente de revisión o comprobación de hechos.
  3. Comprueba si hay sesgos o conflictos de intereses. Investiga cualquier posible parcialidad o conflicto de intereses que pudiera influir en el contenido. Busca indicios de patrocinio, publicidad o afiliaciones que puedan comprometer la objetividad de la información.

Precisión y fiabilidad:

  1. Haz referencias cruzadas con múltiples fuentes. Verifica la información comparándola con múltiples fuentes fiables. La coherencia entre distintas fuentes aumenta la confianza en la exactitud del contenido.
  2. Busca citas y referencias. Comprueba si el contenido incluye citas, referencias o enlaces a pruebas que lo respalden. Estos indicios de investigación y procedencia contribuyen a la credibilidad de la información.
  3. Considera la oportunidad. Evalúa la actualidad y pertinencia de la información. Dependiendo del tema, la información obsoleta puede ser menos fiable o precisa. Sigue el procedimiento habitual de búsqueda de fuentes con una antigüedad no superior a 5 años, a menos que los datos encontrados sean los únicos disponibles.

Evaluación de contenidos:

  1. Analiza el tono y el lenguaje. Presta atención al tono y al lenguaje utilizados en el contenido. Evalúa si es objetivo, equilibrado y libre de un lenguaje excesivamente emocional o sensacionalista.
  2. Comprueba el razonamiento lógico. Evalúa la coherencia y la fluidez lógica del contenido. Busca argumentos basados en pruebas, razonamientos claros y evite las falacias lógicas.
  3. Ten en cuenta el público al que va dirigido. Evalúa si el contenido se adapta adecuadamente a su público. Un contenido demasiado simplista o excesivamente técnico puede indicar falta de profundidad o precisión.

Comprobación de hechos y verificación:

  1. Utiliza recursos de verificación de hechos. Consulta organizaciones o sitios web acreditados que se especialicen en verificar la veracidad de las afirmaciones o en desmentir la información errónea.
  2. Verifica datos y estadísticas. Examina los datos y estadísticas presentados en el contenido. Evalúa si se facilitan las fuentes de los datos y considera si son fiables y proceden de organizaciones reputadas.
  3. Adopta una mentalidad crítica. Emplear múltiples estrategias de evaluación te ayudará a emitir juicios fundados y a asegurarte de que la información en la que se basa es fiable.

La gestión eficaz de datos, información y contenidos digitales representa la puerta de entrada para que particulares y organizaciones hagan uso de esa información y, posiblemente, se inspiren en ella para sus propios contenidos digitales. He aquí algunos consejos útiles para gestionar eficazmente estos activos:

Organización y almacenamiento de datos:

  1. Categoriza y etiqueta los datos. Desarrolla un sistema coherente y lógico para clasificar y etiquetar los datos. Esto facilita la localización y recuperación de información específica cuando sea necesario.
  2. Utiliza estructuras de carpetas. Organiza los archivos y documentos digitales en una estructura jerárquica de carpetas que refleje el tema o propósito del contenido. Considera la posibilidad de utilizar nombres de archivo significativos para facilitar su rápida identificación.
  3. Implanta el control de versiones. Mantenga diferentes versiones de archivos o documentos para hacer un seguimiento de los cambios y garantizar que se puede acceder a la versión más actualizada. Los sistemas o programas de control de versiones pueden ayudar a gestionar eficazmente estas variaciones.
  4. Copias de seguridad y redundancia de datos. Haz copias de seguridad periódicas de tus datos para protegerlos de pérdidas o daños accidentales. Considera la posibilidad de utilizar el almacenamiento en la nube o discos duros externos para mantener copias redundantes de los archivos importantes.

Recuperación de información y capacidad de búsqueda:

  1. Implementa metadatos. Adjunte metadatos relevantes a los contenidos digitales, incluida información como título, autor, palabras clave y descripciones. Los metadatos mejoran la capacidad de búsqueda y facilitan una recuperación precisa.
  2. Utiliza herramientas y funciones de búsqueda. Utiliza las herramientas de búsqueda disponibles en los sistemas operativos o las aplicaciones informáticas para localizar archivos e información con rapidez. Familiarizarse con los operadores de búsqueda y las técnicas de búsqueda avanzada ayuda a refinar las consultas de búsqueda.
  3. Etiquetado y uso de palabras clave. Utiliza etiquetas o palabras clave para asociar información relevante a archivos o contenidos digitales. Esto ayuda a organizar y recuperar datos específicos de forma eficaz.

Seguridad y privacidad de los datos:

  1. Implanta controles de acceso. Determina los niveles de acceso apropiados para las distintas personas o grupos a fin de garantizar la seguridad y privacidad de los datos. Restringe el acceso a la información sensible únicamente al personal autorizado. Por ejemplo, una fotografía proporciona cierto contenido que debe analizarse, pero esa fotografía también puede ir acompañada de otros datos sobre la información buscada, como la fecha en que se ha tomado la fotografía.
  2. Actualiza periódicamente las medidas de seguridad. Manténte al día con los últimos parches de seguridad, software antivirus y cortafuegos para protegerte de posibles amenazas y vulnerabilidades.
  3. Cifrado de datos. Aplica técnicas de cifrado para salvaguardar los datos sensibles, tanto durante su transmisión como durante su almacenamiento. El cifrado añade una capa adicional de protección, dificultando el acceso a la información a personas no autorizadas.

Gestión del ciclo de vida de los contenidos:

  1. Establece políticas de conservación. Define periodos de conservación para los distintos tipos de datos o contenidos digitales en función de los requisitos legales y las necesidades. Revisa periódicamente y elimina los datos que ya no sean necesarios o hayan llegado al final de su ciclo de vida.
  2. Archivo y conservación. Identifica los datos y contenidos valiosos o históricos que deben archivarse para su conservación a largo plazo. Utiliza formatos y soluciones de almacenamiento adecuados para garantizar la integridad y accesibilidad de los materiales archivados.
  3. Gobernanza y cumplimiento de los datos. Desarrolla políticas y procedimientos para garantizar el cumplimiento de las leyes, reglamentos y normas del sector pertinentes en materia de gestión de datos, privacidad y seguridad.

Colaborar y compartir:

  1. Plataformas de colaboración. Utiliza herramientas y plataformas de colaboración para facilitar el trabajo en equipo, el intercambio de documentos y el control de versiones entre los miembros del equipo. Esto mejora la eficiencia y garantiza que todos tengan acceso a la información más reciente.
  2. Métodos seguros para compartir. Utiliza métodos seguros para compartir datos sensibles o confidenciales, como archivos protegidos con contraseña o servicios de intercambio de archivos encriptados. Ten en cuenta las políticas de intercambio de datos y respeta las restricciones legales o de la organización.

La aplicación de prácticas eficaces de gestión de datos, información y contenidos digitales permite a las personas y las organizaciones mejorar la productividad, proteger la información confidencial y garantizar la recuperación y el uso eficaces de activos valiosos. De hecho, estos últimos consejos son ampliamente aplicables al sistema de educación de adultos, especialmente cuando se trata de procesos de actualización, creación de aulas y uso de herramientas de colaboración.

Mediante el desarrollo de competencias en Alfabetización Informacional y de Datos, las personas pueden navegar eficazmente por el panorama digital, analizar críticamente la información y aprovechar el poder de los datos en beneficio personal, profesional y social. Más concretamente, en el caso de los adultos mayores de 55 años, es necesario aprender dicha competencia ya que, con mayor frecuencia, este público hace uso de redes sociales, sitios web y plataformas sin distinguir la realidad de la falsedad.

Detectar la diferencia entre hechos y opiniones en el entorno digital puede ser un reto debido a la abundancia de información y a la propagación de la desinformación. Sin embargo, existen varias estrategias que pueden ayudarte a discernir entre hechos y opiniones:

  1. Considera la fuente. Evalúa la credibilidad y reputación de la fuente que proporciona la información. Busca fuentes bien establecidas y fiables, como organizaciones de noticias, revistas científicas o agencias gubernamentales de renombre. Ten cuidado con las fuentes tendenciosas, poco transparentes o con un historial de difusión de información falsa.
  2. Evalúa las pruebas. Examina las pruebas presentadas para respaldar una afirmación. Los hechos suelen estar respaldados por pruebas verificables, como estudios científicos, estadísticas o registros oficiales. Las opiniones, en cambio, se basan en creencias personales, experiencias o interpretaciones subjetivas. Busca fuentes fiables de pruebas y cruza información para validar las afirmaciones.
  3. Busca un lenguaje objetivo. Los hechos suelen presentarse de forma neutral y objetiva, sin emociones personales ni prejuicios. Las opiniones, en cambio, suelen incluir lenguaje subjetivo, apelaciones emocionales o juicios de valor. Presta atención al lenguaje utilizado en la información que encuentres y evalúa si se inclina más hacia la presentación de información verificable o hacia la expresión de un punto de vista.
  4. Busca el consenso. El consenso entre expertos o múltiples fuentes acreditadas puede indicar una mayor probabilidad de que la información sea veraz. Si la mayoría de las fuentes creíbles coinciden en una afirmación concreta, es más probable que sea cierta. Sin embargo, es importante tener cuidado con las cámaras de eco o las fuentes que se apoyan unas en otras sin verificación externa.
  5. Herramientas de verificación de hechos. Utiliza sitios web o herramientas de comprobación de hechos especializados en verificar afirmaciones y desacreditar la desinformación. Estas plataformas suelen ofrecer evaluaciones de la exactitud de determinadas afirmaciones, junto con explicaciones y referencias. Algunos sitios web conocidos de comprobación de hechos son Snopes, FactCheck.org y PolitiFact.
  6. Desarrolla habilidades de pensamiento crítico. Mejora tu capacidad de pensamiento crítico para evaluar la información de forma crítica. Sé escéptico, haz preguntas y busca fuentes de información adicionales antes de aceptar una afirmación como un hecho. Considera el contexto, los prejuicios, los motivos y las posibles interpretaciones alternativas de la información presentada.
  7. Se curioso. Cuestiona la información y actualice continuamente su base de conocimientos para navegar con eficacia por el entorno digital. Detectar la diferencia entre hechos y opiniones requiere una vigilancia permanente y un análisis crítico.