Introducción

Muchos caemos en la trampa de sentir que lo que tenemos no es suficiente. Y nos encontramos en un ciclo de querer más para nosotros y para nuestras vidas. Pero cuando nos centramos en lo que nos falta, es imposible sentirnos completamente felices y satisfechos. 

Tal vez nos apresuramos a comprar esa cosa nueva que todo el mundo tiene, o nos esforzamos por alcanzar el siguiente nivel en la escala profesional. A veces, nos esforzamos por conocer a la pareja perfecta, pero no estamos satisfechos una vez que estamos en la relación. El problema es que, aunque consigamos lo que nos proponemos, nada permanece brillante, nuevo e impecable durante mucho tiempo. Ningún trabajo es perfecto y ninguna relación está exenta de desafíos. Así que acabamos justo donde empezamos: deseando y queriendo más.

Salir de esta trampa puede ser mucho más sencillo de lo que crees. Y empieza por adoptar la práctica de la gratitud en nuestras vidas1.


Fuente: www.pexels.com

Beneficios de la gratitud

Cuando hablamos de gratitud, no sólo damos las gracias por las grandes cosas de la vida. También estamos apreciando los pequeños momentos que salpican de alegría nuestro día a día. Ser agradecido puede parecer sencillo, pero aunque lo sea por naturaleza, su impacto puede ser muy poderoso. 

Al añadir más gratitud a tu día a día, te estás preparando para una vida más feliz y saludable. ¿Y lo mejor? Es gratis y accesible a todo el mundo, en cualquier lugar y en cualquier momento.

1. La gratitud puede ayudarle a percibir lo positivo de la vida

Es fácil centrarse en lo negativo, pero cuando practicas la gratitud, eres más capaz de apreciar las cosas buenas que te rodean, por muy frustrante que haya sido tu día. Puede que las amables palabras de un amigo te levanten el ánimo o que una hermosa puesta de sol te haga apreciar lo bueno de la vida. Si te esfuerzas por ser agradecido, empezarás a notar los momentos positivos con más frecuencia.

2. La gratitud nos recuerda lo que es importante

Con tantas cosas ocurriendo a nuestro alrededor, a veces olvidamos lo que realmente importa. La gratitud actúa como un suave empujón que nos recuerda que debemos valorar a nuestros seres queridos, nuestra salud e incluso los placeres más sencillos, como una comida sabrosa.

3. La gratitud te anima a vivir el momento presente

Expresar gratitud te sitúa en el momento presente. Cuando estás agradecido, no estás rumiando el pasado ni preocupándote por el futuro: estás apreciando de verdad lo que está ocurriendo ahora. Estar presente es disfrutar de esa taza de café mientras aún está caliente o escuchar la historia de un amigo sin pensar en qué decir a continuación.

4. La gratitud reduce las comparaciones

Vivir una vida de gratitud ayuda a disminuir la necesidad de compararse constantemente con los demás. Cuando estás agradecido por lo que tienes, es menos probable que sientas la necesidad de tener lo que poseen los demás. Esta práctica puede aumentar la autoestima y ayudar a reducir el discurso negativo sobre uno mismo.

5. La gratitud puede mejorar el estado de ánimo

Piensa en alguna ocasión en la que alguien te haya dado las gracias. Te sentiste bien, ¿verdad? Cuando sientes y expresas gratitud en tu vida diaria, mejora tu estado de ánimo. Las emociones positivas crecen y, antes de que te des cuenta, estás compartiendo esa felicidad con los que te rodean.

6. La gratitud ayuda a fortalecer las relaciones

Compartir tu gratitud no es sólo para ti. Cuando la expresas a los demás, puedes estrechar lazos. Tal vez sea dar las gracias a un amigo por estar ahí o valorar el esfuerzo de un familiar al preparar la cena. La gratitud es una forma sencilla de estrechar lazos.

Consejos para practicar la gratitud

La mejor manera de crear una mentalidad de gratitud es introducirla a lo largo del día. Puedes incorporar más gratitud a tu vida:

  • Escribirla: Tómate un tiempo por la noche o por la mañana para escribir algo que te haya ido bien. Dedica un cuaderno o diario a la gratitud para poder reflexionar y recordar esos momentos.
  • Hacer una pausa: Muchos de nosotros decimos «gracias» a menudo por reflejo. La próxima vez que te oigas decirlo, detente y señala con precisión por qué estás agradecido.
  • Redirigir tus pensamientos: Puede que te sientas negativo o frustrado durante el día. Cuando eso ocurra, dé un paso atrás y cambie su enfoque hacia un aspecto positivo de la situación.
  • Compartir tu gratitud: Envía una nota rápida diciéndole a alguien por qué estás agradecido por ellos o anima a tu familia a compartir algo por lo que están agradecidos cada noche en la cena.2


  1. https://www.calm.com/blog/power-of-gratitude
  2. https://www.uclahealth.org/news/article/health-benefits-gratitude